El fragmento elegido pertenece a la película "El Congreso" dirigida por Ari Folman (año 2013). Entendimos que la elección tenía que basarse en algo que nos generara alguna emoción fuerte y analizar cómo se lograba esto. En lo particular creemos que la escena que enmarca al fragmento logra generar en el espectador un particular
estado de muy fuerte angustia mediante
bastantes elementos formales. Creemos que el
principal es un elemento narrativo,
relacionado con lo que se relata y la conexión que uno genera con el
personaje principal y con el contexto antes de sumergirse en la mostrada secuencia.
Para contextualizar un poco el aspecto narrativo, en este fragmento se trata el pasaje de la
protagonista desde un universo ficticio, donde el consumo de cierta sustancia permite a los individuos adoptar la forma que más quieran, hacia la cruda
realidad donde los cuerpos reales de dichos individuos están sumidos en la más
absoluta miseria.
El director elige trabajar el
mundo que la sustancia crea en la mente de las personas con la animación,
dotándolo de colores chillones y posibilitando imágenes totalmente surrealistas
que acentúan la idea de ficticio (y casi delirante) dentro de las formas que toman los
cuerpos de las personas y los escenarios que estos pueden recorrer, así como
las cosas que pueden realizar. Después de haber sumergido al espectador durante
un tiempo bastante largo dentro de este mundo (en el que las identidades de las
personas están totalmente mezcladas, las apariencias físicas de los famosos son
abstraídas y vendidas para que quien quiera pueda lucir como ellos, etc.) genera un muy fuerte contraste con el mundo real. La protagonista accede al
mismo mediante una pastilla para poder encontrar a su hijo, quien está segura
de que ha decidido quedarse en este mundo que tiene una apariencia realmente
apocalíptica.
La forma en la que está trabajada
la transición nos permite entender que un mundo es análogo al otro, que las
mismas imágenes de sujetos bizarros con apariencias referentes a personajes
famosos son las mismas personas que se encuentran repentinamente encarnadas por
actores en vez de animaciones (lo cual genera una idea de realidad) y
sumergidas en un mundo gris, apagado, sucio y miserable.
Consideramos especialmente
relevante la expresión de los sujetos ya
que en el primer mundo generan una idea de juicio con la mirada que nos habla,
por un lado, de que es ahí donde están “presentes” ya que reaccionan y, por
otro lado, de una especie de juicio que recae con sus miradas sobre la protagonista
que pareciera encarnar cierta “otredad” en comparación a la masa que la mira.
En cambio, en el segundo mundo, parecieran estar totalmente abstraídos de la
realidad con sus miradas perdidas y sin percibir lo que los rodea.
Desde el montaje, el ritmo y duración del fragmento acentúan la idea
desesperante de que la protagonista es disidente en cierto sentido, que camina
en contra de las masas y pareciera no terminar de atravesar nunca ese mar de
individuos justamente des individualizados, perdidos, abandonados que no viven
más que en un mundo que sólo se está dando dentro de sus cabezas.
En cuanto al sonido se transmite un cierto suspenso ya que parte de la escena
transcurre en silencio y la otra parte (que nunca posee diálogo, aumentando
esta sensación de soledad) sí tiene un acompañamiento musical muy leve generando cierta tensión. Creemos que esto se relaciona con el suspenso alrededor del
objetivo de la protagonista que es encontrar a su hijo y, a la vez, con el
shock propio del momento que se narra.
Por el lado del arte y la iluminación, como ya se dijo, la animación permite dotar de una
estética totalmente surrealista y atrapante a todo ese primer universo contrastándolo con la vestimenta, el maquillaje y la paleta de colores que, en
una segunda instancia, sólo acentúan la idea de miseria, insalubridad, etc. Sólo se
rompe la paleta gris con los trajes azules y naranjas de unos pocos personajes
que se notan sí actualmente parte de ese mundo, ya que sus miradas y poses
corporales así lo indican. Se trata de personas que en cierta forma “controlan” ese mundo apocalíptico ya que, luego nos enteraremos, sí hay doctores
e individuos que viven en un zeppelín y son conscientes del estado actual del
mundo y lo que realmente está ocurriendo. Estos trajes cerrados que llevan
dichos personajes dan la idea de que también en el aire hay alguna
contaminación o enfermedad de la cual prefieren aislarse.
Obviamente todos estos elementos
están interrelacionados y también la actuación juega un rol fundamental dentro de lo bien lograda que está la escena en cuanto a la carga emotiva.
Si bien no pensamos la elección del fragmento de una forma estrechamente vinculada con nuestra propuesta para el proyecto a encarar por el grupo, nos pareció un ejercicio muy fructífero el centrarse en algo que nos resultara interesante analizar en relación a un efecto bien logrado, más allá de qué aplicación directa le pudiéramos dar dentro del trabajo.
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